Karla Rico: “Un día sin sonreír es como un día perdido”.

Karla sostiene a un paciente y sonrie

Karla Rico es la nueva Program Manager de Smile Train México. Ella es la responsable del mantenimiento, crecimiento y mejora de programas en su región. En esta oportunidad, nos cuenta sobre su llegada a Smile Train, los nuevos desafíos del tratamiento de Labio y Paladar Hendido en la región, sus recuerdos favoritos de la asociación y mucho más.

Cuéntanos sobre ti y cómo llegaste a Smile Train.

Soy una mujer dedicada y persistente, provengo de una familia que ha forjado su vida en el esfuerzo constante, el trabajo incansable y mucho sentido del humor costeño (de la costa de Veracruz, México). Una de las frases que dirigen mis días está basada en el principio de Charlie Chaplin: “Un día sin sonreír es como un día perdido”. Creo firmemente que buscar la excelencia es mejor que buscar la perfección: la excelencia para mí significa hacer las cosas bien, ser persistente tanto en los sueños como en el mundo real, cuidar de la mente, cuerpo y espíritu; eso me permite estar preparada para tomar decisiones más fácilmente o hacer un cambio de rumbo total. Así conocí Smile Train: la perseverancia me llevó a soñar con más proyectos y creé una pequeña consultora de comunicación que con esfuerzo y pasión hizo posible co-crear en 2016 el primer Día Nacional de Labio y Paladar Hendido en México para Smile Train, en donde la avenida más importante de la Ciudad de México y uno de los monumentos y bosque más grandes de Latinoamérica se vistieron con una sonrisa, al unísono con los partners de Smile Train en todo México. Así, nació mi amor por la causa, por Smile Train y su filosofía que comulga con mi filosofía de vida. Años después, el destino me llamó a ser parte de la causa y aquí estoy.

Socios de Smile Train forman una sonrisa gigante y LPH en el Día Nacional LPH


¿Qué te motiva cada día para trabajar con niños con fisura labio-palatina, y sus familias?

Disfruto mucho el contacto y la comunicación fraternal que nace con las familias, cuando te cuentan su historia te hacen parte de ella. Pero principalmente me llena el alma ver la sonrisa de los niños antes o después de una cirugía, que me llena de mucha energía y es la gasolina que me motiva a trabajar desde adentro, porque no concibo que siga existiendo tanto estigma y discriminación ante seres humanos indefensos que tienen todo para ser lo que deseen y Smile Train está aquí para ellos.

karla sonrie con pacientes


¿Qué desafíos te trajo comenzar un nuevo proyecto en medio de una pandemia global?

Creo firmemente en que hay dos formas de ver esta pandemia: desde el aprendizaje e introspectiva o desde la indiferencia e ignorancia. He elegido verla desde el aprendizaje y aunque no tenía pensado iniciar un nuevo proyecto en estos momentos, el llamado del ser supremo para ayudar fue más fuerte. El desafío más grande está siendo el no poder estar de manera presencial con los niños, sus familias y nuestros adorados partners, pero insisto, la creatividad puede derribar muros.

Karla sonríe con el uniforme médico Smile Train


¿Cómo ves el concepto “Enséñale a un hombre a pescar” aplicado a tu labor?

Comulgo 100% con esta filosofía y añadiría: aliéntalo a volar. La dependencia no es algo que ayude a ninguna persona a crecer. Aunque a veces seremos quien enseña y otras quien aprende, no hay que perder la capacidad de asombro y la capacidad de agradecimiento; estas dos cosas son las que hacen posible las soluciones más osadas o en este caso los resultados más asombrosos en la vida de los niños y sus familias.

gran reunión para el día nacional del LPH


¿Qué mensaje puedes compartir con una familia que se ha enterado recientemente que su bebé recién nacido tiene LPH?

Que se comuniquen de corazón a corazón con su bebé. De esta manera ambos podrán tener la certeza de que todo va a estar bien y que en el camino Smile Train va a estar ahí para ayudarlos. Ojalá pudiéramos llegar a todos los bebés que nacen con LPH; mientras eso sucede, mantengamos la fe en los ángeles que Dios mandó a la tierra vestidos con batas blancas.

Karla sonrie y sostiene a un paciente


¿Qué te hace sonreír de tu trabajo?

Compartir experiencias con mi equipo y planear cosas maravillosas en pos de mejorar la calidad de vida de los niños. Pero la sonrisa que más me llena de una bellísima vibra, es cuando leo entre líneas a los profesionales de la salud y responsables de centros de LPH que su alma y su corazón son genuinamente movidos por ayudar caritativamente, ya sea por propias experiencias de vida o porque simplemente su corazón se los dicta.

karla con personal de Smile Train


¿Qué te gustaría lograr para ayudar a crear sonrisas?

Me gustaría lograr que cada niño que nace con LPH sea atendido desde que nace y hasta que está totalmente integrado a la vida social. También me gustaría seguir luchando contra el estigma y la cultura del respeto por las condiciones de vida diferentes.

karla con una gran reunión de personas para LPH


Comparte alguna anécdota de tus primeros días en Smile Train.

Una maravillosa anécdota se llama Josué, un chiquito de Guanajuato que fue operado y que afortunadamente ha avanzado mucho en sus terapias de lenguaje. Parte de mi primer proyecto con Smile Train fue llevar un mensaje de concientización y sensibilización a los medios de comunicación en la Ciudad de México. Josué fue muy solicitado por los conductores de programas, de radio principalmente. Recuerdo que en una de las entrevistas con un importante conductor, él simplemente se negó a ser entrevistado, aún cuando Martha, su mamita, estuvo con él en todo momento, se negó y no hubo poder humano que le sacara palabra de la boca: les tiró el rating, pero ¡nos divertimos mucho en todo el tour de medios!

Socios de Smile Train forman una cara sonriente gigante

 

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