Los padres de Elifeleth siempre se mantuvieron fuertes por él

Elifeleth nació saludable y con la ayuda de Smile Train, su familia vio cómo se convertía en un niño fuerte y seguro de sí mismo.

Elifeleth con su familia

Claudia y Elifelet se conocieron en la iglesia hace diez años, tiempo en el que se fueron enamorando poco a poco y en el que terminaron casándose.

Dos años después de casarse, Claudia se quedó embarazada de Elifeleth.

"Para nosotros fue una verdadera alegría saber que íbamos a dar la bienvenida a un nuevo miembro en nuestra familia. No tengo palabras para describir lo feliz que era con este embarazo", dice Claudia.

Al igual que Claudia, Elifelet también estaba eufórico: "Cuando supe que sería padre, sabía que quería estar ahí para mi mujer y mi hijo. Quería estar en todas las citas, en todas las ecografías".

Sin embargo, durante el chequeo de Claudia a los seis meses, el médico se mostró callado e inseguro. Tardó 40 minutos más que en las revisiones anteriores.

Cuando Claudia le preguntó qué ocurría, el médico dudó antes de admitir que no estaba seguro de lo que veía.

Tras pedir una ecografía 3D, el médico confirmó que el bebé tenía labio y paladar hendido.

Claudia lloraba. Su bebé seguía en su cuerpo, pero ella no podía hacer nada para cambiar la condición en la que nacería su bebé. Solo podía esperar pasivamente hasta el día del parto.

Mientras su bebé crecía dentro de ella, le decía cada día: "Esto no te limitará. Serás fuerte y seguirás adelante. Esto no te impedirá ser un niño normal en nuestra sociedad".

Del mismo modo, Elifelet dedicó su tiempo a aprender más sobre el LPH. Quería estar ahí para su familia cuando naciera Elifeleth.

Elifeleth con sus padres
Elifelet, Elifeleth, y Claudia

El día del parto

El día del parto todo marchó bien. Sus miedos desaparecieron cuando vieron a su hermoso hijo.

Elifeleth nació sano, grande y fuerte. Esto hizo felices a Claudia y a Elifelet.

"Cuando nació Elifeleth, vi su fisura, pero ya no me escandalicé. Verlo ahí, verlo vivo, era más importante que todo", dijo Elifelet.

Con la ayuda de Smile Train

Claudia no pudo amamantar a Elifeleth debido a la fisura. Durante aproximadamente una semana tras su nacimiento, permaneció en el hospital porque el personal médico tenía que alimentarlo con un biberón especial. Sin embargo, Elifeleth se mantuvo fuerte. Se agarraba al biberón y bebía bien. No estaba bajo de peso.

Aunque de momento estaba sano, Claudia y Elifeleth sabían por sus investigaciones que necesitaba de cirugías para mantenerse bien, hablar con claridad y evitar el estigma social.

Elifeleth antes
Elifeleth antes

Es así que fueron a la Clínica Hospital Jesús Nazareno. Allí conocieron al Dr. Julio González, socio de Smile Train.

Cuando les dijo que Elifeleth recibiría una cirugía gratuita y accesible gracias a Smile Train, fue un gran alivio.

La operación duró unas cinco horas.

Era un tiempo inusualmente largo para una operación de LPH, y Claudia y Elifelet lo sabían. A medida que pasaban los minutos, su miedo y su ansiedad aumentaban. Les preocupaba que hubiera complicaciones.

Sin embargo, en cuanto sacaron a Elifeleth del quirófano, el miedo desapareció de los rostros de Claudia y Elifelet. La cirugía había sido un éxito.

Elifeleth tardó algún tiempo en curarse y al final, cuando las enfermeras le quitaron las vendas y los puntos, Elifelet casi no pudo reconocer a su hijo.

Elifeleth con un perro
Elifeleth con un perro

Antes de la operación, Elifeleth tenía problemas para pronunciar "papá". Sin embargo, tras la operación y unas cuantas sesiones de terapia del habla apoyadas por Smile Train, por fin pudo decirlo.

Elifelet siempre recordará el momento en que su hijo le dijo "papá".

"¿Qué padre no se siente orgulloso cuando su hijo lo llama por primera vez?". Elifelet sonrió.

Desde las cirugías de labio y paladar hendido de Elifeleth, sus padres lo han visto convertirse en un niño saludable y fuerte.

"Elifeleth nos ha alegrado la vida. Nos ha hecho más fuertes", dice Claudia.

Los primeros años con Elifeleth no fueron fáciles, pero ninguno de los padres perdió la esperanza. Se dieron cuenta de que necesitaban confiar en sí mismos y depositar su fe en su médico para seguir adelante con sus vidas.

"Nuestros corazones desbordan de agradecimiento por todos y cada uno de ustedes. Gracias Smile Train por el trabajo que hacen y por ser pacientes con nosotros", dijo Claudia.

Elifeleth con Claudia en el parque
Elifeleth con Claudia en el parque

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