La Historia de Camila No es un Cuento de Hadas
Pero Smile Train la empoderó para escribir su propio final feliz
Camila vive en una idílica granja bordeada de árboles en un valle rodeado de imponentes montañas. Creció pasando largas tardes saltando en su enorme trampolín, corriendo de un lado a otro por su puente de madera privado, ayudando a que las frutas y verduras de su jardín crecieran un poco más cada día junto a su abuela y su hermana. Acariciando a sus cabras y persiguiendo a sus perros por pastizales abiertos.
Sin embargo, este escenario de cuento de hadas ocultaba una realidad más oscura: Camila pasó gran parte de su infancia con miedo.

Nació con fisura labio palatina.palatina Esto la obligó a pasar días enteros en el hospital. Tuvo su primera cirugía de FLAP a los cuatro meses de edad y luego otras tres antes de cumplir diez años. Antes de cada una, su estómago se anudaba al pensar en lo que le sucedería bajo anestesia. En lo largo y difícil que sería su recuperación una vez que despertara.
Luego, en la escuela, otros niños se burlaban de su sonrisa, de los vendajes que necesitaba para sanarla y de los años de ortodoncia que tuvo que soportar para enderezarla.
En esos momentos, en esos años, la granja de sus abuelos era mucho más que su hogar. Era su mundo entero. El único lugar donde podía ser ella misma, balanceándose sin preocupaciones desde una rama de árbol entre un campo de cactus saguaro.

Por muy mal que se sintiera, el equipo médico que trataba su fisura labio palatina siempre estuvo ahí para ayudarla. Ha recibido todo su tratamiento, que incluye no solo cirugías, sino también ortodoncia, trabajo dental y más en la Fundación Gantz, uno de los Centros de Liderazgo de tratamiento de la fisura labio palatina de Smile Train. Crecer recibiendo un tratamiento constante y personalizado de caras familiares, personas a las que siempre ha considerado como su segunda familia, no hizo que las partes difíciles desaparecieran, pero sí las hizo menos aterradoras.

Camila tiene ahora 16 años. A principios de este año, se sentó en su cama junto a su abuela y extendió sobre su edredón fotos de ella antes y después de cada uno de sus tratamientos para laFLAP.FLAP Como el río que corre fuera de la granja, siempre nuevo pero siempre el mismo, los bebés y niñas que miraban a Camila desde esas fotos tenían labios diferentes, dientes diferentes y una nariz diferente. Pero todas eran, sin duda, ella misma, otra corriente que la llevó de la niña tímida y asustada que había sido a la joven vibrante y segura de sí misma que es hoy.

Liberada del miedo, Camila finalmente puede disfrutar por completo de su mágico entorno. Y, a medida que su camino con fisura labio palatinallegapalatina a su fin, está lista para escribir para sí misma el final feliz con el que siempre soñó — uno que marcará un nuevo comienzo para todos aquellos que quieran seguir el camino que ella abrió, desde el aislamiento hasta la sonrisa.
"Quiero estudiar para ser enfermera y poder ayudar a otras personas tal como me ayudaron a mí," dijo.
Ayuda a otros niños con fisura labio palatina a escribir el final feliz con el que siempre han soñado.