Después del parto de Pamela, las enfermeras le dijeron que a su hijo Sebastián solo le quedaban nueve días de vida. Estaba devastada. Se no sabía a dónde acudir. Luego fue referida al socio local de Smile Train, Fundación Niños que Rien.
Camila, de Santiago (Chile), es una niña de nueve años con una sonrisa preciosa que ilumina la habitación. Aunque su sonrisa es solo suya, también es el fruto del inmenso amor y esfuerzo de las personas que la rodean.