Adahara sabía que tenía suerte de recibir todo el tratamiento para la hendidura que necesitaba desde una edad temprana. Se está preparando para convertirse en embajadora y médica de Smile Train porque sabe que no todos los niños con hendiduras tienen tanta suerte.
Hace ocho años, Juanita conoció a Everardo en la fiesta de navidad de la fábrica en la que trabajaban, y en ese momento supieron que su amor sería para siempre.
Camila, de Santiago (Chile), es una niña de nueve años con una sonrisa preciosa que ilumina la habitación. Aunque su sonrisa es solo suya, también es el fruto del inmenso amor y esfuerzo de las personas que la rodean.